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Libre

Soy libre e ilimitado.

La libertad es más que un estado anímico, es también un estado mental. Cuando mi mente está libre, estoy en paz. Estoy receptivo a la sabiduría de Dios, la cual me lleva al gozo y a la satisfacción.

Al abrir mi mente y corazón a Dios, soy libre. Al darme cuenta de mi unidad con Dios, rompo las cadenas de pensamiento negativo y limitaciones. Las palabras de un himno religioso me recuerdan que: Soy libre, soy ilimitado, no hay cadenas que me aten. Soy libre, soy ilimitado, aquí, ahora mismo. En este mismo momento disfruto de libertad. Ahora mismo dejo ir el pasado y prosigo con fe. Mi espíritu es libre y mi corazón gozoso.

Alegraos en Jehová y gozaos, justos; ¡cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón! —Salmo 32:11